Primero, define a tu cliente ideal. Saber a quién te diriges te permitirá construir mensajes, estructura y diseño enfocados en resolver sus necesidades. Luego, asegúrate de que tu propuesta de valor sea clara: ¿por qué deberían elegirte a ti y no a la competencia?
Un buen diseño guía al usuario hacia la acción: botones visibles, navegación intuitiva y textos persuasivos. Además, incluye elementos de confianza como testimonios, certificaciones y casos de éxito.
No olvides el SEO. Utiliza palabras clave relevantes, títulos atractivos y meta descripciones optimizadas. Combina esto con una buena velocidad de carga y diseño web puebla responsive.
Finalmente, mide resultados. Herramientas como Google Analytics o Hotjar te muestran qué secciones funcionan y cuáles deben mejorarse. Una web que atrae clientes es aquella que comunica valor, inspira confianza y facilita el contacto. En otras palabras, diseña para convertir.
